En ocasiones, la grasa abdominal es un problema para muchas personas, incluso las que realizan deporte que ven que aún con muchos esfuerzos no logran quemarla. Por eso es importante tener en cuenta también la alimentación en este aspecto, evitando la sobre hidratación como uno de los principales parámetros.
Se recomienda una dieta con cinco o seis pequeñas comidas diarias, dieta equilibrada y con raciones más pequeñas, además de beber al menos 2 litros de agua al día, que se debe aumentar en función de las necesidades que se tienen sobre todo si se realiza deporte.
El cuerpo necesita una dieta equilibrada con todos los nutrientes que requiere, baja en grasa, moderada en proteínas y alta en carbohidratos con micronutrientes y fibra. Se debe evitar las proteínas de origen animal ya que muchos de estos alimentos tienen muchas grasas y colesterol. Además, la sal y azúcar lo mínimo, si no se pueden quitar. Lo que sí se debe aumentar es el consumo de frutas y verduras, y sustituir los dulces por alimentos mucho más nutritivos con un buen sabor.
Algunos alimentos que pueden ayudar a quemar la grasa abdominal son la manzana, el limón, las almendras dulces, la mostaza y el chile, además del agua.
Hay que saber que al utilizar las grasas como reserva energética, si estas no se utilizan se transforman en ácidos grasos en hígado y tejidos musculares, por eso se han de limitar las grasas y recurrir más a los hidratos, que además en la alimentación son una buena fuente de energía.
Claro está que esto se recomienda combinar con ejercicio aeróbico, deporte que fortalezca la zona en que se quiere quemar grasa, en muchas ocasiones la zona abdominal, y la realización de una buena rutina de ejercicios. Pero la alimentación también es clave. ¡Y la paciencia!
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