Ketoconazol es un medicamento antifúngico. La Agencia
Europea de Medicamentos (EMA) ha llevado a cabo la revisión del balance
beneficio-riesgo de ketoconazol debido al riesgo ya conocido de alteraciones
hepáticas.
Las conclusiones de esta revisión han sido que la incidencia
y gravedad del daño hepático son mayores con ketoconazol respecto a otros
antifúngicos. Se han notificado casos de daño hepático de aparición temprana
tras el inicio del tratamiento sin que se hayan podido identificar medidas
preventivas o que permitan reducir este riesgo. Además de peligroso es poco
eficaz:
“los datos disponibles sobre su eficacia son limitados en relación con las exigencias actuales, existiendo alternativas terapéuticas disponibles”, según la EMA.
En consecuencia, el balance beneficio-riesgo de ketoconazol se considera desfavorable, recomendándose la suspensión de comercialización de estos medicamentos.
La toxicidad hepática de ketoconazol puede producir hepatitis, cirrosis e insuficiencia hepática, habiéndose notificado casos con desenlace mortal o que han requerido transplante.
El inicio de estas alteraciones generalmente
ocurre entre uno y seis meses desde el inicio del tratamiento, aunque también
se han notificado casos que se han presentado en el primer mes de tratamiento a
las dosis recomendadas.“los datos disponibles sobre su eficacia son limitados en relación con las exigencias actuales, existiendo alternativas terapéuticas disponibles”, según la EMA.
En consecuencia, el balance beneficio-riesgo de ketoconazol se considera desfavorable, recomendándose la suspensión de comercialización de estos medicamentos.
La toxicidad hepática de ketoconazol puede producir hepatitis, cirrosis e insuficiencia hepática, habiéndose notificado casos con desenlace mortal o que han requerido transplante.
Además de sus indicaciones como antifúngico, ketoconazol se utiliza también en el tratamiento del síndrome de Cushing. Se considera que ketoconazol debe continuar como alternativa para estos pacientes en aquellos casos en los que no existan otras opciones.
Parece que como ocurre en la historia reciente se conocen las reacciones adversas de muchos medicamentos pero hasta que no ocurren muertes o graves daños las autoridades sanitarias no se ponen a estudiar si ese medicamento ha de continuar comercilizándose. De modo que por combatir unos hongos puedes perder la vida y encima por un medicamento de baja eficacia..
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