sábado, 10 de agosto de 2013

El Melón rico en vitamina y propiedades curativas

El  Melón rico en vitamina A, C, B6, sodio, potasio, magnesio y calcio, compuesto en más de un 80% de agua.
El melón (Cucumis melo) es el fruto de la melonera,  planta herbácea monoica de tallos rastreros.  Se cultiva por su fruto, una baya de temporada veraniega con un gran contenido de agua y de sabor dulce que incluye unas 850 especies de plantas herbáceas que producen frutos.  Al género Cucumis pertenecen especies tan diversas como el pepino (Cucumis sativus L.) y el kiwano (Cucumis metuliferus). 
Historia y orígenes
El origen del melón es muy impreciso, algunos autores afirman que el melón es oriundo de Asia Central, mientras que otros sitúan su origen en el continente africano.
Se han encontrado representaciones de este fruto en tumbas egipcias del 2.400 a.C. En la antigüedad fue descrito como la obra maestra de Apolo y alabado por ser una fruta tan beneficiosa como el sol. En el siglo III, los manuales de horticultura romanos daban instrucciones sobre su cultivo. En aquella época, se servía la fruta espolvoreada con almizcle para acentuar su delicado sabor. Una antigua creencia árabe dice que "el que sacie su estómago con melones se llenará de luz". Los melones aparecieron en Francia a finales del siglo XV y fueron consumidos en grandes cantidades por la corte donde se servían en forma de pirámides y se acompañaban de moscatel. Fue introducido a nuestro continente por Cristobal Colón  los introdujo en el continente americano. 
Características 
Forma: es uno de los frutos de mayor tamaño, y su forma, unas veces esférica y otras ovalada o alargada, como un balón de rugby, depende de la variedad. Tamaño y peso: oscila según la variedad desde los 800 gramos a 8 libras.
Color: la corteza puede ser verde, amarilla, anaranjada, blanca, y su pulpa adquiere tonos que van desde el blanco, crema, amarillo, anaranjado hasta el tono verdoso. El interior de su pulpa alberga una cavidad donde se encuentran multitud de semillas de color crema, mezcladas con una masa gelatinosa y viscosa que se elimina fácilmente.
Sabor: el melón resulta excelente cuando ha alcanzado su madurez, cuando se puede saborear su exquisito y refrescante sabor dulce. 
Propiedades nutritivas 
Los Melones constituyen un alimento muy rico en vitamina A, que es  uno de los mejores antioxidantes, la ingestión de esta vitamina puede ayudar a prevenir muchas enfermedades y alargar la vida, Otra vitamina muy importante que contiene el melón con propiedades antioxidantes es la vitamina C,  todo el grupo de vitaminas B, se destaca  la piridoxina (vitamina B6) cuya función dentro del organismo en el aprovechamiento de los hidratos de carbono, grasas y proteínas es esenciales para regular el sistema nervioso. 
El 80% de la composición de esta fruta es agua, la cantidad de beta-caroteno, de acción antioxidante, depende de la intensidad del pigmento anaranjado en la pulpa. Los minerales que aporta en mayor cantidad son el potasio,  el magnesio  y el calcio, La vitamina C tiene acción antioxidante, al igual que el beta-caroteno. Dicha vitamina interviene en la formación de colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos y favorece la absorción del hierro de los alimentos y la resistencia a las infecciones. El beta-caroteno se transforma en vitamina A en nuestro organismo conforme éste lo necesita. Dicha vitamina es esencial para la visión, el buen estado de la piel, el cabello, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico. El potasio es necesario para la transmisión y generación del impulso nervioso, para la actividad muscular normal e interviene en el equilibrio de agua dentro y fuera de la célula. El magnesio se relaciona con el funcionamiento de intestino, nervios y músculos, forma parte de huesos y dientes, mejora la inmunidad y posee un suave efecto laxante. 
Los melones reticulados se diferencian del resto en que son una fuente excelente de provitamina A (beta-caroteno), vitamina C e hidratos de carbono (principalmente sacarosa, ademas de ser de las frutas frescas más ricas en sodio.
Relación con la salud
Más de la mitad de la composición química del ser humano es agua. El organismo necesita del agua para funciones muy diversas por lo que se considera esencial para la vida. El agua es el elemento estructural de la célula, ejerce funciones reguladoras participando como medio de transporte en la linfa, sangre, orina, sudor, jugos digestivos, etc. Interviene en la regulación de diversas reacciones químicas que se dan en el organismo y por su puesto en el mantenimiento de la temperatura corporal. Las fuentes de agua más importantes son las bebidas y los alimentos, entre los que destacan las frutas y entre ellas el melón, con más del 80% de agua en su composición. El melón, una fruta de la que se puede disfrutar casi todo el año, es un hidratante ideal, con la ventaja de su bajo aporte calórico, por lo que se puede consumir en la cantidad deseada sin temor a ingerir un exceso de calorías ni de azúcares. Por ello, está especialmente indicado en dietas de control de peso y dietas con control específico de los hidratos de carbono, como la diabetes. En esta fruta destaca la riqueza en beta-caroteno, en mayor cantidad en las variedades de pulpa naranja. El beta-caroteno o provitamina A, convierte al melón en una fruta de consumo contribuye a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares, degenerativas y del cáncer. 
Por su aporte de provitamina A y vitamina C, su consumo se recomienda especialmente a quienes tienen un mayor riesgo de sufrir carencias de dichas vitaminas: personas que no toleran los cítricos, el pimiento u otros vegetales, que son fuente casi exclusiva de vitamina C; para quienes deben llevar a cabo una dieta baja en grasa o para personas cuyas necesidades nutritivas están aumentadas. Algunas de estas situaciones son: periodos de crecimiento, embarazo y lactancia materna. Así mismo, el tabaco, el abuso del alcohol, el empleo de ciertos medicamentos, el estrés, las defensas disminuidas, la actividad física intensa, el cáncer y el Sida y las enfermedades inflamatorias crónicas disminuyen el aprovechamiento y producen mala absorción de nutrientes.
El melón es una fruta rica en potasio, cuya deficiencia en la población es rara pero puede ser una consecuencia secundaria debido al alcoholismo, dietas hipocalóricas, trastornos de la conducta alimenticia, quemaduras, fiebre, traumatismos, etc. La abundancia en este mineral y el agua, la convierten en una fruta diurética por excelencia, y por tanto recomendable para quienes sufren de hipertensión arterial o afecciones de vasos sanguíneos y corazón y retención de líquidos. No obstante, quienes padecen insuficiencia renal y requieren dietas especiales controladas en este mineral, deberán restringir el consumo de melón.
Aparato circulatorio: Por su contenido en Adenosina, los melones ayudan a evitar la formación de coágulos en la sangre, por lo que resultan muy adecuados en aquellas enfermedades que tienen como causa una mala circulación: angina de pecho, infartos agudos al miocardio, accidentes cerebro-vasculares, etc.
Cáncer: Por su contenido en carotenos,  el melón ayuda a prevenir la aparición del cáncer. Las poblaciones que consumen esta fruta tienen unos índices de cáncer menores.
Lombrices intestinales: Las semillas machacadas de melón, comidas crudas, ayudan a eliminar las lombrices intestinales.
Reumatismo: Por sus propiedades diuréticas resulta muy interesante en enfermedades en las que haya que eliminar líquido del organismo, como el reumatismo o la gota.
Estreñimiento: El melón posee mucha celulosa que es adecuada para facilitar el tránsito intestinal y evitar el estreñimiento
Manchas en la piel: Las propiedades depurativas del melón se utilizan para limpiar el organismo y prevenir la aparición de manchas sobre la piel que, en muchas ocasiones, están producidas por las toxinas que se manifiesta en la superficie de nuestro organismo.


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