Los especialistas del corazón
han constatado que la dronedarona, un fármaco antirrítmico que se utiliza para
el tratamiento de la fibrilación auricular, puede ser una alternativa para
controlar y estabilizar las arritmias ventriculares de los pacientes resistentes
a otros medicamentos.
Los expertos de la Sociedad Española de
Cardiología (SEC), han llegado a una conclusión
que publican en el último número de la Revista Española de Cardiología (REC),
un artículo científico del doctor José Luís Merino, jefe de la Unidad de
Arritmias y Electrofisiología Robotizada del Hospital Universitario La Paz.
En el mismo, el doctor detalla cómo respondieron al uso de la dronedarona tres pacientes de ese hospital con arritmias ventriculares: dos de ellos lograron disminuir la carga arrítmica y sólo uno no lo consiguió.
Por ello, el especialista considera que este fármaco podría beneficiar a una serie de pacientes con arritmias ventriculares que no responden a otros medicamentos antiarrítmicos, pero siempre y cuando su uso no presente una contraindicación mayor, es decir una disfunción ventricular severa o una insuficiencia cardiaca grave.
Actualmente, según explica el doctor, la dronedarona se usa en pacientes con arritmias auriculares que no tengan contraindicaciones para ello, es decir, que no tengan el corazón muy "tocado".
Estos casos clínicos suponen un gran esperanza en el tratamiento de las arritmias ventriculares ya que, según Merino, "ofrecen una alternativa de usar un fármaco nuevo, cuando ya se han agotado todas las opciones que indican las guías de práctica clínica".
Entre un 10 y 20 por ciento de la población fallecerá de muerte súbita, la mayoría debido a una fibrilación ventricular, y se calcula que entre uno y dos de cada cien españoles padecerá en algún momento una taquicardia ventricular a lo largo de su vida.
En el mismo, el doctor detalla cómo respondieron al uso de la dronedarona tres pacientes de ese hospital con arritmias ventriculares: dos de ellos lograron disminuir la carga arrítmica y sólo uno no lo consiguió.
Por ello, el especialista considera que este fármaco podría beneficiar a una serie de pacientes con arritmias ventriculares que no responden a otros medicamentos antiarrítmicos, pero siempre y cuando su uso no presente una contraindicación mayor, es decir una disfunción ventricular severa o una insuficiencia cardiaca grave.
Actualmente, según explica el doctor, la dronedarona se usa en pacientes con arritmias auriculares que no tengan contraindicaciones para ello, es decir, que no tengan el corazón muy "tocado".
Estos casos clínicos suponen un gran esperanza en el tratamiento de las arritmias ventriculares ya que, según Merino, "ofrecen una alternativa de usar un fármaco nuevo, cuando ya se han agotado todas las opciones que indican las guías de práctica clínica".
Entre un 10 y 20 por ciento de la población fallecerá de muerte súbita, la mayoría debido a una fibrilación ventricular, y se calcula que entre uno y dos de cada cien españoles padecerá en algún momento una taquicardia ventricular a lo largo de su vida.
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