Mezclando el jugo que se obtiene al batir las hojas de la planta con simple miel de abejas y aguardiente, se consigue un compuesto con unas propiedades curativas milagrosas.
Recoge su experiencia en el libro "O cancer tem cura" ("El cáncer se puede curar", edición italiana, Adle, Padua), en la que el Padre Romano expone la simplicidad y la claridad, la práctica de la atención "enfermedad del siglo" a través de su bebida con áloe.
"Algunos han curado con este método simple y barato, ¿por qué no darles la misma oportunidad a más personas? Ese es mi único objetivo. "
En él se explica cómo la preparación de Áloe ha ido encontrando aceptación en muchos países, adquiriendo dignidad de tratamiento completo contra graves enfermedades, y se dan numerosos testimonios de personas curadas perfectamente a través de la contratación de la preparación. Padre Romano Zago en 1998 ha concedido permiso para producir una industria brasileña a su nombre, la preparación de Áloe Es desde aquí donde comienza la historia de "Áloe Padre Romano Zago."
Lleva una intensa difusión e investigación sobre los beneficios y propiedades curativas de los productos naturales, como Áloe obviamente, tiene un lugar destacado. Cómo el padre vino la fórmula "Honestamente, yo no pretendo ser considerado como el creador o inventor" del método. Mucho menos para presentarme como el pionero, o en otras palabras, como el primero que aplica con éxito esta fórmula.
Mérito del Padre Romano Zago, este fraile franciscano humilde pero incansable, es haber seguido con gran determinación y perseverancia, la propagación de la preparación de áloe que él perfeccionó, primero a través de la administración directa, a un sinnúmero de personas que acudían a él queriendo obtener al menos una esperanza de recuperación en el momento difícil de la "enfermedad del siglo", para sí o para su familia, y luego con una serie de publicaciones que han revelado la fórmula de Áloe Padre Romano Zago
¿Por qué son los ingredientes del éxito especial de la fórmula se debe a sus tres ingredientes: áloe primero, y luego miel y el aguardiente.
Fray Romano es de sonrisa fácil, ojos quietos y trato amable. No es taumaturgo, ni curandero, ni médico.
A la pregunta de sí es verdad según se oye, que cura el cáncer, responde:
“Yo curo el cáncer, tú puedes curar el cáncer y cualquier persona que lo quiera lo puede curar, sin hacer milagros, simplemente aplicando los elementos que produce la naturaleza. La Naturaleza tiene remedios para curar las enfermedades. Basta descubrirlos".
Y nos da la receta:
Medio kilo de miel pura de abeja (cuidado con la imitaciones y ligadas que contienen azúcar).
Dos hojas grandes o tres pequeñas de la planta llamada Sábila (Áloe).
Tres cucharadas de coñac, whisky, tequila o aguardiente (esto se usa como vaso dilatador).
Se quita el polvo y las espinas de la Sábila pero NO debe quitarle la cáscara, se corta en pequeños trozos, y se introducen todos los elementos en una batidora eléctrica o licuadora. Esperar hasta que se haga una pasta viscosa y ya esta listo el remedio para curar el cáncer (NO se debe colar el remedio), se puede dejar fuera de la nevera o ponerse en el refrigerador, al gusto de cada cual.
Ya está lista para tomar.
La dosis que aconseja Fray Romano; debe tomarse una cucharada grande, tres (3) veces por día, 15 minutos antes de cada comida.
Esto debe hacerse por 10 días seguidos.
Fray Romano aconseja agitar el frasco antes de cada toma.
El fraile advierte que si después de haber tomado la bebida salen abscesos en la piel, esto es buen síntoma.
Continúa diciendo que si después de la primera toma no se han obtenidos los resultados deseados, repetir después de haberse hecho los exámenes pertinentes a ver si el tumor no ha cedido, beber 4 veces más, hasta la curación total.
Desde hace seis (6) años que el fraile está usando esta receta, gratuita, con óptimos resultados. Ha curado a varias decenas de personas en Belén y sus alrededores.prevén la ingestión de una cucharada sopera media hora antes de cada una de las tres comidas principales. Se debe agitar bien el producto antes del uso. Una vez terminado el primer frasco, se recomienda someterse a una visita médica para comprobar el estado de la enfermedad. Según sea el parecer del facultativo, después de una pausa de varios días, se puede repetir el ciclo del tratamiento, hasta la eliminación del mal.
La Naturaleza tiene remedios para curar las enfermedades. Basta descubrirlos“.
Recoge su experiencia en el libro "O cancer tem cura" ("El cáncer se puede curar", edición italiana, Adle, Padua), en la que el Padre Romano expone la simplicidad y la claridad, la práctica de la atención "enfermedad del siglo" a través de su bebida con áloe.
"Algunos han curado con este método simple y barato, ¿por qué no darles la misma oportunidad a más personas? Ese es mi único objetivo. "
En él se explica cómo la preparación de Áloe ha ido encontrando aceptación en muchos países, adquiriendo dignidad de tratamiento completo contra graves enfermedades, y se dan numerosos testimonios de personas curadas perfectamente a través de la contratación de la preparación. Padre Romano Zago en 1998 ha concedido permiso para producir una industria brasileña a su nombre, la preparación de Áloe Es desde aquí donde comienza la historia de "Áloe Padre Romano Zago."
Lleva una intensa difusión e investigación sobre los beneficios y propiedades curativas de los productos naturales, como Áloe obviamente, tiene un lugar destacado. Cómo el padre vino la fórmula "Honestamente, yo no pretendo ser considerado como el creador o inventor" del método. Mucho menos para presentarme como el pionero, o en otras palabras, como el primero que aplica con éxito esta fórmula.
Mérito del Padre Romano Zago, este fraile franciscano humilde pero incansable, es haber seguido con gran determinación y perseverancia, la propagación de la preparación de áloe que él perfeccionó, primero a través de la administración directa, a un sinnúmero de personas que acudían a él queriendo obtener al menos una esperanza de recuperación en el momento difícil de la "enfermedad del siglo", para sí o para su familia, y luego con una serie de publicaciones que han revelado la fórmula de Áloe Padre Romano Zago
¿Por qué son los ingredientes del éxito especial de la fórmula se debe a sus tres ingredientes: áloe primero, y luego miel y el aguardiente.
Fray Romano es de sonrisa fácil, ojos quietos y trato amable. No es taumaturgo, ni curandero, ni médico.
A la pregunta de sí es verdad según se oye, que cura el cáncer, responde:
“Yo curo el cáncer, tú puedes curar el cáncer y cualquier persona que lo quiera lo puede curar, sin hacer milagros, simplemente aplicando los elementos que produce la naturaleza. La Naturaleza tiene remedios para curar las enfermedades. Basta descubrirlos".
Y nos da la receta:
Medio kilo de miel pura de abeja (cuidado con la imitaciones y ligadas que contienen azúcar).
Dos hojas grandes o tres pequeñas de la planta llamada Sábila (Áloe).
Tres cucharadas de coñac, whisky, tequila o aguardiente (esto se usa como vaso dilatador).
Se quita el polvo y las espinas de la Sábila pero NO debe quitarle la cáscara, se corta en pequeños trozos, y se introducen todos los elementos en una batidora eléctrica o licuadora. Esperar hasta que se haga una pasta viscosa y ya esta listo el remedio para curar el cáncer (NO se debe colar el remedio), se puede dejar fuera de la nevera o ponerse en el refrigerador, al gusto de cada cual.
Ya está lista para tomar.
La dosis que aconseja Fray Romano; debe tomarse una cucharada grande, tres (3) veces por día, 15 minutos antes de cada comida.
Esto debe hacerse por 10 días seguidos.
Fray Romano aconseja agitar el frasco antes de cada toma.
El fraile advierte que si después de haber tomado la bebida salen abscesos en la piel, esto es buen síntoma.
Continúa diciendo que si después de la primera toma no se han obtenidos los resultados deseados, repetir después de haberse hecho los exámenes pertinentes a ver si el tumor no ha cedido, beber 4 veces más, hasta la curación total.
Desde hace seis (6) años que el fraile está usando esta receta, gratuita, con óptimos resultados. Ha curado a varias decenas de personas en Belén y sus alrededores.prevén la ingestión de una cucharada sopera media hora antes de cada una de las tres comidas principales. Se debe agitar bien el producto antes del uso. Una vez terminado el primer frasco, se recomienda someterse a una visita médica para comprobar el estado de la enfermedad. Según sea el parecer del facultativo, después de una pausa de varios días, se puede repetir el ciclo del tratamiento, hasta la eliminación del mal.
La Naturaleza tiene remedios para curar las enfermedades. Basta descubrirlos“.
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