martes, 9 de julio de 2013

Aloe vera,(sabila) planta maravillosa

Hace unos días leía el currículum de un médico naturista. Entre los cursos que el hombre había tomado, se encontraba uno sobre medicina ortomolecular, una terapia que pondera el uso de biomoléculas -vitaminas , minerales, oligoelementos- con el fin de paliar las carencias nutricionales, curar las enfermedades y alcanzar un estado óptimo de salud.
Esta terapia plantea que, a través de la alimentación, se puede obtener la concentración óptima de las sustancias que están presentes en un cuerpo saludable; los medicamentos se reservan para cuando hay que curar enfermedades muy específicas. Así, podríamos decir que esta terapia sigue el dicho popular de "eres lo que comes" -a lo cual yo agregaría: eres lo que te untas, eres lo que piensas, eres lo que escuchas, eres lo que miras, eres lo que lees.
Aunque algunos doctores descalifican esta terapia con el argumento de que "las enfermedades son causadas por virus o bacterias y no por una falta de vitaminas", considero que hay más ventajas en integrar conocimientos afines que en descartarlos.
Planta maravillosa
Teorías, disciplinas, terapias, ideologías van y vienen, pero la naturaleza siempre está ahí para recordarnos quién es quién. Como ocurre en otras terapias, uno de los recursos top de la medicina ortomolecular es una planta cuyos beneficios son conocidos y apreciados desde la antigüedad, incluso antes de que apareciera la escritura. Conocida en estas tierras como sábila, el aloe vera es una planta con una cualidad sorprendente: es "adaptógena", es decir que le proporciona a nuestro organismo lo que requiere para alcanzar la homeostasis. Es como si sus moléculas supieran dónde acomodarse para alcanzar un estado de equilibrio. Esto se debe a que contiene más de 21 vitaminas y minerales esenciales, así como 22 aminoácidos y una larga lista de compuestos enzimáticos. (¿Así o más eficiente?)

Beneficios milenarios
Se dice que Cleopatra la utilizaba para mantenerse bella (entre otros tantos remedios, por supuesto). Se tiene noticia que los egipcios la colocaban como parte de las ofrendas que el difunto llevaría a la otra vida. También se sabe que los soldados del Mediterráneo se encargaron de esparcir su cultivo y aprovechamiento a donde iban, pues la usaban como un remedio para curar quemaduras y heridas de guerra, así como para ayudarles a regular la digestión cuando comían productos de tierras extrañas. Hoy, todo es conocimiento adquirido por ensayo y error a lo largo de cientos de años, es explicado por la ciencia biomédica para que lo aprovechemos al máximo.
Estimula la producción de colágeno, favorece la regeneración celular y la cicatrización, tanto de la piel como de órganos internos.
 -Compuesto químico: fosfato de manosa.
Es anestésico, analgésico, antibacterial y antifúngico, por lo que resulta un auxiliar ideal para sanar quemaduras. Es muy eficaz para sanar úlceras bucales (las abuelas se ponían un cuadrito de pulpa de sábila), y mezclado en pasta de dientes, puede reducir la aparición de gingivitis.
 -Compuesto químico: saponina, emolina, emodina y barbalonia.


Gracias a que sus compuestos penetran hasta la tercera capa de la piel, es un excelente remedio contra el acné, la psoriasis y los problemas de pigmentación. Al funcionar como antiinflamatorio, permite la correcta oxigenación de la piel, manteniéndola sana y con menos arrugas.
 -Compuesto químico: fitosteroles, mucopolisacáridos y mucílago.
Beber el jugo o tomarlo en cápsulas equilibra el pH de la vía digestiva, con lo que se evita la proliferación de ciertas bacterias nocivas, como el Helicobacter Pylori, responsable de las úlceras gástricas.
 -Compuesto químico: aloeoleína y aloemodina.
Su capacidad para reducir el azúcar en sangre y bajar los niveles de colesterol son dos de las virtudes que los diabéticos aprecian más en el aloe vera. (Funciona de manera similar a la "baba" de nopal que usamos los mexicanos.)
Ya sea por inyección o ingesta, estimula la concentración de células llamadas inmunocompetentes, aumentando la presencia de leucocitos y activando la fagocitosis. Así, se considera un gran apoyo en el tratamiento de enfermedades del sistema inmunológico. 
-Compuesto químico: carricina.
Recientemente han surgido bebidas energizantes que usan aloe vera como alternativa al ginseng y la taurina; el principio energizante, mezclado con las sustancias del aloe vera, no produce reacciones alérgicas o secundarias. 
-Compuesto químico: creatinina
No hay duda: los beneficios de la sábila son innumerables y están al alcance de todos. Sin embargo, es recomendable consultar a un especialista que nos oriente sobre la vía y la dosis más adecuada a nuestras necesidades. Por último, recuerda que no importa cuán milagrosa sea una planta, la salud es una cuestión de cuidado integral.

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