martes, 18 de junio de 2013

Cuatro pruebas cardíacas que tal vez no necesites

Las pruebas de detección cumplen un importante papel en el diagnóstico de cardiopatías en personas que presentan ciertos síntomas o factores de riesgo de padecer de problemas cardíacos. 

Sin embargo, algunos exámenes que a menudo se prescriben quizá no ayuden a las personas que corren poco riesgo y que no presentan síntomas, como dolor de pecho o falta de aliento; más aún, pueden arrojar resultados positivos falsos, lo que puede llevar a que se hagan más pruebas invasivas. Un organismo de servicios preventivos de Estados Unidos no recomienda los exámenes de rutina para detectar cardiopatías a las personas que tienen un  riesgo bajo (entre los factores de riesgo figuran el historial familiar, la edad avanzada, la hipertensión, la obesidad, la diabetes y el tabaquismo). He las personas sanas tal vez no necesiten hacerse:
 
1. Electrocardiograma (ECG)
Es un registro de la actividad eléctrica del corazón por medio de electrodos que se adhieren al pecho, y ayuda a identificar arritmias, infartos y otras anomalías. Ningún estudio clínico ha demostrado que los ECG permiten detectar el riesgo de enfermedad en quienes no tienen síntomas.

¿A quién le sirve? A las personas que presentan un ritmo cardíaco irregular, desmayos inexplicables o factores de riesgo como un historial familiar de cardiopatías, dice la cardióloga Sarah Samaan. El ECG se usa también para evaluar el riesgo de muerte repentina en deportistas, y en personas hipertensas para detectar señales de engrosamiento anormal del corazón.
 
 
2. Ecocardiograma
Esta prueba permite observar cómo bombea la sangre el corazón y si el órgano muestra anomalías estructurales.

¿A quien sirve? Un ecocardiograma ayuda a identificar la insuficiencia cardíaca, la fibrilación auricular y los soplos cardíacos, que suelen ser causados por una disfunción valvular. Esta prueba puede servir a las personas hipertensas porque permite identificar el agrandamiento, la rigidez o la debilidad del músculo cardíaco. Si un ECG detecta alguna anomalía, puede requerirse un ecocardiograma a fin de identificar la presencia de un trastorno cardíaco congénito o hereditario.
 
 
3. Prueba de esfuerzo
Para detectar señales de obstrucción, el médico le hace un ECG o un ecocardiograma al paciente mientras corre en una cinta o monta en una bicicleta estática. La prueba podría no detectar las fases iniciales de una enfermedad (arroja un resultado anormal solo si una arteria está obstruida más del 50 por ciento).

¿A quién le sirve? A personas con síntomas de obstrucción, como falta de aliento o dolor de pecho, cuello o espalda causado por el ejercicio, y a las personas sedentarias que desean empezar a hacer ejercicio.
 
 
4. Tomografía
Permite obtener una imagen detallada del corazón e identificar depósitos de calcio en las arterias, lo que indica riesgo de enfermedad. A los pacientes con síntomas se les suele inyectar también un medio de contraste para localizar obstrucciones.

¿A quién le sirve? La presencia de depósitos de calcio puede exigir un tratamiento en el caso de personas con colesterol alto. Sin embargo, no se han realizado suficientes estudios clínicos que demuestren que las tomografías y los tratamientos consecuentes reduzcan el número de muertes por cardiopatías. Además, la utilización de un medio de contraste puede aumentar ligeramente el riesgo de cáncer (debido a la radiación) y provocar la aparición de trastornos renales y tiroideos.
 

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