Ajustar el Consumo Diario de Proteínas

Las proteínas son un nutriente de gran importancia e imprescindible en nuestra alimentación diaria. Aunque se deben consumir en menor cantidad que los hidratos de carbono y las grasas, el aporte de proteínas de calidad a través de la dieta es fundamental para el crecimiento corporal, para la reparación de los tejidos dañados, para el equilibrio del sistema nervioso y hormonal, para una buena digestión y para mantener en buen estado el sistema inmune, por citar algunas de las funciones que las proteínas cumplen en nuestro organismo.

La cantidad de proteínas a consumir depende principalmente de 3 aspectos: edad, peso y actividad física.

Durante las etapas de crecimiento se necesita un mayor aporte de proteínas, para construir los nuevos tejidos del organismo. Entre los 15 y los 19 años se estiman unas necesidades de 0,9 gramos de proteína por kilo de peso al día, mientras que a partir de los 20 años estas necesidades se reducen a 0,8 gramos por kilo de peso corporal.

La alimentación actual de los países desarrollados es normalmente excesiva en el aporte de proteínas. Elexceso de proteínas se puede emplear como energía en el metabolismo o se eliminan previa transformación en urea y amoniaco.

Los productos que resultan del metabolismo de las proteínas son tóxicos para el hígado y el riñón, que son los 2 órganos responsables de su tratamiento y eliminación. También aumentan la acidez sanguínea, lo que puede provocar una desmineralización del hueso, porque el cuerpo toma de ellos el calcio para rebajar la acidez, además de daños en tejidos, como músculos y articulaciones.

Además de ajustar el consumo diario de proteínas en cantidad, se debe prestar atención a que la alimentación aporte los aminoácidos esenciales y en las proporciones adecuadas, para que el organismo pueda hacer un óptimo aprovechamiento de estos nutrientes.

Las proteínas que contienen los aminoácidos esenciales en las proporciones adecuadas se conocen como “proteínas completas“. Se encuentran en la clara de huevo, en la leche de vaca, en el queso, en el pescado, en la carne, en la soja, en la levadura de cerveza, en el germen de trigo y en el polen.

Una combinación adecuada de alimentos también permite obtener proteínas de alta calidad, como las combinaciones de cereales y legumbres, arroz y guisantes o cualquier vegetal con levadura de cerveza o con lácteos.