Existen muchas razones por las que algunas personas, pese a intentar hacer un régimen (y digo intentar porque a veces no es régimen propiamente dicho) o sin hacerlo no están perdiendo grasas.
Una de estas razones es que se come demasiados carbohidratos, y si se consumen esto supone que el cuerpo quemará antes los hidratos y no pasará a quemar las grasas, incluso aún haciendo algo de ejercicio. Si no se rebasa o se compensa los carbohidratos que se consume con el deporte de poco sirve hacer otras cosas.
También se puede estar consumiendo los hidratos en tiempos no adecuados. Tomar muchos alimentos procesados o abusar de algún alimento (incluso fruta) es malo.
Y por supuesto, también comer demasiadas grasas supone que no se queman grasas, y es que aunque no se consuman hidratos o se compensen con el ejercicio, las grasas consumidas son tales que aunque se quemen grasas no es suficiente. Además, es preferible tender a las grasas buenas.
No comes las suficientes proteínas, más bien comes más grasas y carbohidratos que las proteínas que se necesitan. Y lo cierto es que también es necesario consumir proteínas. Esto es algo que pasa mucho más en mujeres. Esto sucede sobre todo en caso de consumo de alcohol, alimentos procesados y otros.
Si el hígado está sobrecargado puede ser que no se quemen grasas porque es el encargado de procesar todo lo que se come.
Porque sí se hace ejercicio pero se hace mucho cardio o no se entrena lo suficiente (o lo suficientemente fuerte), lo que quiere decir que no se consume lo que se esperaría. Sobre todo si las calorías consumidas son más que las que se necesitan y que se compensan con ejercicio.
Se tiene un mal descanso y no se duerme suficiente, ya que no dormir bien disminuye la sensibilidad a insulina y se eleva el cortisol. Para perder grasa corporal hay que dormir durante más tiempo. Tomar mucha leche hace un efecto similar ya que crea picos de insulina en sangre incluso en leche descremada y hay gente con problemas para procesarla.
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