Alrededor
del mundo, más de 250 millones de personas de todas las edades sufren de
depresión. De acuerdo a la OMS, es la principal causa de discapacidad a nivel
mundial. Si bien puede ser tratada efectivamente, la depresión provoca daños
que dejan huella aún a nivel celular. Un nuevo estudio publicado en la revista
Molecular Psychiatry, demuestra que quienes sufrieron de depresión envejecen
más rápido.
Investigadores
holandeses, liderados por Josine Verhoeven de la Universidad VU en Amsterdam,
compararon estructuras celulares llamadas telómeros en más de 2 mil 400
personas con y sin depresión. Los telómeros capsulan los extremos de los
cromosomas para proteger el ADN. Cada vez que una célula se divide, los
telómeros se acortan un poco, por lo que son buenos indicativos del
envejecimiento.
Los
científicos encontraron que los telómeros de quienes habían sufrido depresión
eran significativamente más cortos que los telómeros de quienes nunca se habían
deprimido. Lo que representaba un envejecimiento prematuro de 4 a 6 años. Los
resultados se obtuvieron tras tomar en consideración otros factores que
pudieran dañar las células, como el fumar y consumir bebidas alcohólicas en
exceso.
La
depresión interfiere con el funcionamiento óptimo del cuerpo en varias maneras;
altera las hormonas, suprime el sistema inmunológico y altera la actividad
nerviosa. Las personas que tienen un historial de depresión son más vulnerables
a desarrollar enfermedades cardiacas, diabetes tipo 2, demencia y cáncer.
El
siguiente paso para los investigadores es saber si el acortamiento de los
telómeros es reversible y si puede suponer una mejoría a la salud. Se cree que
una dieta saludable, ejercicio y métodos de control de estrés (como la
meditación que aporta múltiples beneficios) pueden alargar los telómeros.
Los
expertos aún desconocen si tener depósitos de grasa en los muslos y el trasero
es más saludable que ser delgada. Lo cierto, es que si te encuentras en un peso
saludable, tendrás lo mismos beneficios que las mujeres con grandes traseros.
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