Esta afección provocada por el frío y la humedad, afecta por lo general a las manos, los dedos de los pies, la nariz y, en raros casos las mejillas y también las orejas. La causa primaria suele ser debida a problemas circulatorios.
Son nódulos de color rojo o violeta producidos por la inflamación bajo la piel, que provocan dolor ardiente. Cuando sufren ulceraciones su tratamiento se complica porque tienden a infectarse y más tarde dejan cicatrices de por vida.
La prevención, a parte de cubrir las partes propensas, pasa por el ejercicio de las articulaciones de las extremidades superiores e inferiores.
La fitoterapia, mediante tratamientos con plantas naturales, recomienda una serie de remedios de fácil preparación.
Decocción de hojas de nogal
Los herboristas indican hervir durante 20 minutos aproximadamente unos 100 gramos de hojas de nogal en unos 3 litros de agua. Con este preparado se realizan baños con compresas tibias antes de acostarse.
Decocción de castañas de indias
Se necesitan unas 20 castañas de indias, o falsa castaña. Se retira la piel y se prepara una papilla que se utiliza a modo de pomada. Se aplica sobre los sabañones y se cubre con una venda que no haga presión.
Aplicaciones de aceite de ricino
Calentar al baño maría 200 cc. De aceite de ricino y añadirle 10 gramos de esencia de bergamota y otros 5 gramos de alcanfor. Agitar bien. Aplicarlo cada noche mediante compresas humedecidas.
Sabañones en los pies
Se recomiendan los baños de pies en un recipiente que contenga la siguiente preparación: en un litro de agua se hierven 30 gramos de hojas de apio. Utilizar cuando esté tibio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario