Los laboratorios han descontinuado
algunos fármacos por las dificultades que presenta el proceso de certificación
que exige la ley.
Las opciones para comprar un fármaco genérico, no
con nombre de fantasía, son cada vez más acotadas debido a la "fuga"
de este tipo de medicamentos.
Así lo reconoció el Instituto de Salud Pública
(ISP), que desde abril a la fecha ha instruido más de 50 sumarios a farmacias
por no contar con los remedios exigidos en el petitorio mínimo establecido por
ley.
Según explican desde estos puntos de venta, son los
laboratorios los que han dejado de fabricar los medicamentos debido al
engorroso proceso de certificación de sus productos por la bioequivalencia. Es
decir, que el genérico tenga exactamente los mismos efectos que el producto
farmacéutico bajo nombre de fantasía.
El presidente de la agrupación de laboratorios
(Canalab), Andrés Vega, indicó a El Mercurio que los plazos para cumplir con
este trámite es muy acotado y muchos productores han optado por suspender
estudios ante los altos costos y dificultares financieras.
"Antes había 12 presentaciones de fluoxetina,
hoy quedan cuatro, lo que da muestra de cómo se ha ido reduciendo la oferta",
dijo Vega respecto del fármaco recetado en casos de depresión.
La actual Ley de Fármacos contempla que ante la
determinación de los laboratorios de retirar remedios, ya sea porque no pasan
el examen de bioequivalencia o porque no lo realizan, el Cenabast tiene la
facultad de importar medicamentos para romper una posible colusión en el
mercado y que no haya pocos tipos de productos de algunos laboratorios
determinados como única oferta.
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